La marca empleadora no es eslogan,
sino imagen de empresa. Creamos historias
que inspiran equipos y atraen talento.
Una página con vacantes
no crea reputación. Marca empleadora conecta cultura
de empresa con su imagen
y convierte valores en experiencia real para empleados y candidatos.
Talentos eligen bonos,
no misión.
Con condiciones similares,
ganan beneficios rápidos.
Mensajes no inspiran candidatos.
Vacantes plantilla y ofertas
no enganchan.
Cultura en equipos
diverge.
Lo escrito en valores no coincide con realidad.
Alta rotación sin
lealtad.
Sin marca empleadora fuerte personas se van muy pronto.
Marca empleadora no se construye solo con eslogan.
Precio depende de profundidad de investigación, cantidad de insights
recopilados sobre empleados y mercado, así como nivel de tareas.
¡Mil gracias al equipo de Toimi! Todo fue hecho con cuidado, buen gusto y a tiempo. Nos encantó cómo manejaron diseño y desarrollo juntos — aprobaciones rápidas, lanzamiento rápido. Súper fácil trabajar con ellos.
Llegamos con una tarea adaptada a nuestro negocio — y todo se adaptó para encajar, sin plantillas. Lo que más apreciamos es que no solo pensaron en cómo construirlo, sino en por qué. Se puede sentir
el cuidado en su enfoque.
Pedimos a Toimi un diseño de interfaz de webinar y un par de cosas relacionadas con fintech — todo fue perfecto. Lo que destacó fue que no solo entregaron, sino que también sugirieron formas
de simplificar. Tomamos notas.
¡Planeamos continuar trabajando con Toimi!
¿No encontraste lo que buscabas? Escríbenos a info@toimi.pro.
Si candidatos pasan de largo tus vacantes, empleados no sienten compromiso o crece rotación — significa que marca empleadora no refleja realidad.
Sí. Marca empleadora fuerte ayuda a destacarse entre competidores, atrae especialistas adecuados y acelera contratación gracias a confianza.
No. También fortalece cultura interna, une equipos y aumenta lealtad a largo plazo de empleados.
La construimos sobre insights reales de empleados, no eslóganes vacíos — por eso marca refleja experiencia cotidiana, no promesas.
En promedio 6–10 semanas — depende de profundidad de investigación, cantidad de tareas y tamaño de empresa.